La tuberculosis es una infección
persistente, la cual ataca o afecta principalmente los pulmones, aunque también
puede propagarse en otros órganos y puede afectar el sistema
nervioso central, el sistema linfático, el sistema
circulatorio, el sistema
genitourinario, el aparato
digestivo, los huesos, las articulaciones e incluso la piel.
Es una enfermedad totalmente curable, si es diagnosticada a tiempo, siendo el método de diagnostico la baciloscopia.
La tuberculosis alcanzo su máximo apogeo, como enfermedad infecciosa, el siglo pasado, durante la revolución industrial, época durante la cual las personas se desplazaron hacia las ciudades, lugar en cual vivían "hacinados" y en horribles condiciones higiénicas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS); "La tuberculosis es la segunda causa mundial de mortalidad, después del sida, causada por un agente infeccioso"